En este drama psicológico Lucrecia Martel explora las relaciones complejas de género, clase y raza en la Argentina posdictatorial. Mientras conduce su automóvil a través del paisaje austero de Salta, Verónica (María Onetto) atropella algo pero no se detiene para averiguar la identidad o la suerte de su víctima. Perturbada por la experiencia y perdiendo los vínculos con la realidad, Verónica le confiesa a su esposo (César Bordón) que ha matado a alguien en la carretera, pero éste le asegura de que simplemente había atropellado un perro. Justo cuando todo parece haber vuelto a la normalidad, la policía encuentra el cadáver de un niño en el canal en el mismo sitio donde había ocurrido el accidente. Cuando Verónica intenta recorrer los pasos de esa noche funesta, no encuentra ninguna prueba de haber estado en el hospital o el hotel. Al teñir su cabello por enésima vez, Verónica regresa a su vida acomodada, indiferente de nuevo a las infinitas tragedias que ocurren diariamente a su alrededor.

Vera R. Coleman

Arizona State University